¿Cómo cambiar la pasta térmica del procesador de mi PC? Paso a paso

¿Sabes qué procesador tienes en tu PC? Es importante que conozcas éste valioso componente y en el caso de que consideres necesario cambiar la pasta térmica te recomendamos aprender ¿Cómo cambiar la pasta térmica del procesador de mi PC? Paso a paso, proceso del cual te hablaremos ahora mismo.

Cómo Cambiar la Pasta Térmica del Procesador de mi PC paso a paso

¿Por qué es necesario cambiar la pasta térmica?

Una vez que sepas qué es y para qué sirve el microprocesador, es indispensable que prestes atención a la pasta térmica que se ha aplicado sobre este componente. La pasta térmica es un elemento pensado para agilizar la transmisión de calor entre el disipador y el procesador, ayudando a que las temperaturas se encuentren en control.

Aun así, con el paso del tiempo la pasta térmica tiende a secarse, haciendo que poco a poco vaya perdiendo sus cualidades para transmitir adecuadamente la temperatura. Ante esto, se hace indispensable reemplazarla por nueva pasta térmica, proceso que te enseñaremos a continuación

pasta térmica

¿Cómo cambiar la pasta térmica del procesador de mi PC? Paso a paso

El proceso para cambiar la pasta térmica del ordenador es bastante sencillo, tan sólo debes tener en cuenta ciertos aspectos. Además, asegúrate de tener un destornillador, la pasta térmica, un paño/tela y alcohol isopropílico para comenzar con el proceso.

Retira el disipador

El disipador y ventilador del procesador, es aquel que tal cual su nombre indica, disipará todo el calor proveniente del CPU. Es una pieza fundamental, ya que sin ella el CPU se calentaría demasiado y simplemente no funcionaría.

De igual modo, como antes señalábamos, con el paso del tiempo se hace necesario cambiar la pasta térmica, siendo el primer paso a seguir para este proceso retirar este disipador. Este proceso es sencillo, suponiendo que tienes un disipador común.

En la mayoría de circunstancias, los disipadores de calor cuentan con cuatro tornillos, lo único que tienes que hacer es destornillar cada uno de ellos con cuidado, proceso tras el cual deberías poder retirarlo sin ningún problema.

De igual modo, debes desconectar el disipador de la tarjeta madre, con el propósito de limpiarlo de manera posterior, como podrás ver en nuestra guía.

Retira el procesador del Socket de la tarjeta madre

Este es el proceso que aterra a la mayoría de los novatos, en cualquier caso, si se hace adecuadamente no debería conllevar ningún problema. Retirar el CPU suele ser bastante sencillo, puesto que en la mayoría de circunstancias sin importar el fabricante (Intel o AMD) el procedimiento es parecido.

Encontrarás una pequeña palanca que está enganchada a la tarjeta madre, tan sólo deberás presionarla ligeramente hacia abajo y naturalmente ella cederá y podrás levantarla. Como puedes ver, tras esto se levantará el compartimiento en el que se encuentra el procesador, con lo cual ya podrás retirarlo.

Debe ser muy cuidadoso con los pines, que dependiendo de la marca del procesador se encontrarán o en la tarjeta madre o en el mismo CPU. No los toques y en lo absoluto impongas fuerza sobre ellos.

pasta térmica del procesador

Elimina la antigua pasta térmica

Antes de poner pasta térmica nueva en tu procesador, será necesario eliminar los vestigios de la antigua. Esto puedes hacerlo utilizando un pedazo de tela ligeramente humedecido con alcohol isopropílico.

Utiliza la tela y ve quitando poco a poco los vestigios de pasta térmica del procesador, hazlo hasta que no quede nada. Ten muy en cuenta, que este proceso también deberás realizarlo en el disipador.

Vuelve a colocar el procesador en la tarjeta madre

Una vez el procesador esté limpio, vuelve a ponerlo dentro de la tarjeta madre, asegúrate de ponerlo en su posición correcta, guiándote por las guías presentes tanto en la tarjeta madre como en el mismo CPU, finalmente fija el procesador otra vez.

Aplica la nueva pasta térmica al procesador y vuelve a poner el disipador

Es momento de aplicar la pasta térmica, puedes aplicarla como desees, es decir, utilizando tus dedos, con un destornillador, con papel, etc. Lo importante es que apliques la cantidad necesaria para lograr una buena disipación.

No exageres, con dos pequeños puntos de poco más de medio centímetro deberían ser suficientes para la mayoría de casos, poner demasiada pasta térmica no es recomendable.

Una vez hayas aplicado la pasta térmica, pon cuidadosamente el disipador en su posición final y atornilla hasta que esté perfectamente posicionado. De igual manera vuelve a conectarlo a la tarjeta madre, tras lo cual ya habrás terminado con todo el proceso. Asegúrate de activar todos los núcleos del procesador desde Windows para ampliar el rendimiento de tu PC.

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