¿Cuáles son las desventajas y ventajas del impuesto al valor agregado (IVA)?
El impuesto al valor agregado (IVA) ha estado presente en la sociedad desde mucho antes de lo que puedas pensar. Empezó a utilizarse en las civilizaciones egipcias y atenienses y después de la segunda guerra mundial el IVA ya estaba presente en muchos países.
El IVA ha demostrado ser una excelente forma mediante la cual el Estado mantiene sus arcas y lo retribuye mediante políticas públicas a la población. Tanto si piensas desarrollarte en el plano comercial como si ya tienes tu propia empresa, es un impuesto que no puedes perder de vista.
¿En qué consiste y por qué es tan importante el impuesto al valor agregado (IVA)?
Cuando se habla del IVA, se hace referencia a un impuesto que sirve al estado para la obtención de recursos económicos. Estos son destinados para la reinversión en el país y el mantenimiento de sus funciones normales. Esto implica que desde el mejoramiento de los servicios públicos hasta el salario de los funcionarios.
Es precisamente por esta razón, junto con su naturaleza estatal, que se encuentra regulado por la ley 37/1992 y esta es la que fija su funcionamiento.
De igual manera, aunque el sujeto pasivo son los comerciantes y profesionales, quienes aplican un incremento en bienes y servicios, es toda la población quien paga. Este es el porcentaje adicional que debe aparecer en toda factura.
Es fundamental tener presente que tales personas solo “recaudan”, y que todo ese dinero deben consignarlo como impuesto cada 3 meses. Este flujo constante de dinero que permite el intercambio de bienes y servicios es precisamente gracias a la labor del Estado y esta es su forma de continuar haciéndolo.
¿Cuántos tipos de IVA existen?
Existen tres tipos de impuesto al valor agregado (IVA) de los cuales depende el porcentaje que se aplica al precio de venta. El general, que aplica para la gran mayoría de bienes y servicios, siendo del 21%.
Por su parte, el reducido y el superreducido privilegian ciertas áreas con un 10% y 4% respectivamente. El primero se refiere a ventas de productos agrícolas y transporte mientras que el segundo se refiere a insumos médicos principalmente.
¿Qué ventajas tiene el impuesto al valor agregado (IVA)?
Las ventajas han demostrado ser muy amplias y provechosas, tanto para el Estado como para los propios usuarios. Entre las más destacables, resalta en primer lugar la gran capacidad de recaudación que promueve.
Asimismo, por su propio funcionamiento, supone un conocimiento detallado de las actividades realizadas. De igual forma, permite cierta flexibilidad con la cual gravar y desgravar ciertos rubros para incentivar el desarrollo en áreas específicas y generales.
Ya que es un mecanismo de recaudación indirecto, no supone un excesivo tramite burocrático en contraposición al alto nivel de recaudación. Asimismo, involucra a toda la población en las políticas financieras y tributarias.
Permite la incorporación de elementos electrónicos avanzados, pensados para una mejor administración de los recursos y mayor facilidad de uso. Para el empresario en particular, puede favorecer ciertas deducciones legales de acuerdo al tipo de imposición de un rubro especifico.
¿Cuáles son las desventajas del impuesto al valor agregado (IVA)?
Por supuesto, no todo es color de rosa y el IVA implica ciertos aspectos que pueden generar algunos inconvenientes que de momento no exceden la magnitud de sus beneficios.
La principal desventaja está en la dificultad de definir este impuesto de manera neutral. De esta manera, en muchas ocasiones la incidencia del gravamen termina siendo mayor en los sectores de bajo ingresos.
Asimismo, la recaudación del impuesto suele complicarse mucho con los minoristas. Esto se debe tanto a la evasión directa como a la presunta complejidad de llevar adecuados registros contables.