Cómo hacer un plan de tratamiento de terapia ocupacional en discapacidad intelectual
Los tratamientos de terapia ocupacional hacen posible que mejore la calidad de vida de la persona que los necesite. En muchas ocasiones son necesarios para la discapacidad intelectual, manteniendo a las personas activas en todo momento.
En muchas ocasiones esta es una alternativa usada para promover la socialización de los empleados en organizaciones. Todo esto tomando en cuenta que sea necesario para aquellos que posean discapacidad intelectual pero estén contratados por la compañía.
Cada plan de entrenamiento puede variar, pero siempre se debe tener una ruta clara para comenzar a hacerlo. Aquí sabrás todo lo necesario para ello, destacando cada característica que debe tomarse en cuenta.
Pasos para hacer un plan de tratamiento de terapia ocupacional en discapacidad intelectual
Realizar un diagnóstico
El plan de tratamiento necesita ser establecido de forma específica, comprendiendo a quién se encuentra dirigido. Para ello es necesario realizar un diagnóstico, determinando la profundidad y características que tendrá el tratamiento en cuestión.
Cuando se trata de una discapacidad intelectual, la mayoría de las veces, ya se tiene un diagnóstico establecido. En estos casos, se trabaja en base al mismo y así es como se hace un plan de tratamiento efectivo.
Establecer familiaridad con el paciente
Cada paciente es distinto, sobre todo cuando se habla de una discapacidad intelectual. En muchas ocasiones tienden a cerrarse a lo que se necesita para brindar un avance en la terapia ocupacional.
Es por ello que se deben buscar herramientas para hacer posible una comunicación más efectiva. Algunas opciones como la plataforma de ReHand, son usadas para los casos más sencillos que existen, creando una terapia de muñeca efectiva.
Sin embargo, aquellos casos que necesitan una familiarización más completa, son los considerados más complicados. En los mismos es importante que se tenga una observación de cada proceso llevado a cabo y la reacción del paciente al mismo
Hacer énfasis en las necesidades del paciente
Si bien algunos pacientes de discapacidad intelectual no tienen un reflejo en sus capacidades físicas, esto es algo que necesita evaluarse. Una vez que esto se haga, se podrán saber cuáles son las necesidades que tiene cada paciente.
En el área de recursos humanos de las empresas, por ejemplo, se crea un plan de evaluación de estas y otras características de cada trabajador. Así, en tal caso que haya una discapacidad intelectual, se envía a la persona a asistir a las terapias ocupacionales con un plan de entrenamiento específico.
Incrementar las terapias de forma progresiva
Cada plan se va planteando de forma en que los resultados vayan incrementado la cantidad de veces en que se realiza. Es por ello que desde la terapia ocupacional se debe tener en cuenta un tiempo establecido para que dicho progreso sea efectuado.
Si el paciente mejora antes de lo estipulado, quiere decir que se tiene un plan efectivo y completamente eficaz. En cambio, cuando el proceso es más lento de lo acordado, se tiene que dar un estudio a fondo de las razones por las cuales esto ocurre.
Evaluar el progreso para poder avanzar en la intensidad del tratamiento
Una vez que haya mayor cantidad de terapias realizadas y se evalúe el progreso, el tratamiento será más intenso. Todo esto buscando la posibilidad de disminuir la discapacidad intelectual de la persona y haciendo posible que haga sus actividades personales individualmente.
Con ello se establecen metas y objetivos del desarrollo personal, manteniendo el interés de un trabajo efectivo y en equipo que brinde resultados fructíferos.
Importancia de hacer un plan de tratamiento de terapia ocupacional en discapacidad intelectual
La discapacidad intelectual, más allá de ser una condición que limita a muchas personas, es un caso que puede tratarse y mejorarse. Cualquier paciente tiene posibilidad de acudir a profesionales de la terapia ocupacional y así crear un plan de tratamiento.
Este puede ser uno impuesto o creado en conjunto desde la posición del paciente y del terapista en cuestión. A su vez, con estos planes, se disminuye la necesidad de recurrir a medicamentos que creen efectos secundarios en quien tenga la condición.
Sin embargo, esto no ocurre en todos los casos de discapacidad intelectual, por lo que siempre debe recurrirse a especialistas. Así, todo el plan será acorde a las necesidades como paciente.