Cómo convertir un archivo Java formato .JAR a Android .APK fácilmente
Hoy en día, la tecnología forma parte importante de nuestras vidas. Existen muchos tipos de dispositivos, todos con un tipo de aplicación que reconocen, y a veces queremos utilizar una aplicación creada para un dispositivo particular, en uno diferente. Por eso, hoy te mostramos cómo convertir un archivo Java formato .JAR a Android .APK fácilmente.
¿Para qué se usa el formato JAR?
Java es un lenguaje muy común con muchísimos usos, y como tal, tiene muchas extensiones de archivo asociadas. Los archivos JAR en particular se utilizan para correr aplicaciones en cualquier marco de trabajo de Java. Un ejemplo de esto sería el juego Minecraft, que corre con la última versión de Java.
El uso más extendido de los archivos Java fue en los teléfonos que utilizaban el sistema Java ME o Java 2ME. Estos teléfonos utilizaban archivos JAR para empaquetar todas sus aplicaciones.
En estos teléfonos, los archivos JAD se utilizaban en conjunto con archivos JAD. En este sentido, JAR (en conjunto con los archivos JAD) es el equivalente antiguo de APK, el archivo del que hablaremos a continuación.
¿Qué es APK?
En el caso que no sepas qué es un archivo APK aquí te lo explicaremos con lujo de detalles. Básicamente es un archivo creado para empaquetar e instalar aplicaciones en el sistema Android. Al igual que JAR, es un archivo comprimido y puede descomprimirse este archivo utilizando WinRar u otro descompresor popular.
Al instalar una aplicación en Android a través de la tienda de Google, Google Play; esta se encarga de descargar el archivo APK e instalarlo. También podemos instalar un archivo APK nosotros mismos, algo que muchos de nosotros hacemos cuando necesitamos una App que no está disponible en Google Play, o nuestro teléfono no tiene acceso a la tienda.
APK no solo es como un hermanito menor de JAR, sino que se considera un lenguaje extendido de él. Es un equivalente de JAR que se utiliza para las mismas funciones, solo que en un ambiente distinto: El sistema operativo Android.
Por último, después de descargar este tipo de archivos te recomendamos comprobar si la aplicación APK es segura, ya que algunas pueden ser falsas o tener algún tipo de malware que pueda dañar tu móvil.
¿Cómo convertir de uno a otro?
Es difícil saber exactamente cómo convertir un archivo JAR a un APK, y el proceso dependerá del tipo de archivo JAR que queramos convertir.
Las aplicaciones JAR fueron creadas para correo con Java, y si la aplicación en particular fue diseñada para un android, basta con hacer una conversión sencilla. Pero si no lo fue, necesitaremos unas cuantas complicaciones.
Forma sencilla
Si la aplicación fue creada para correr en un dispositivo Android, y lo único que le falta es el formato APK, basta con usar uno de los muchos convertidores en línea que hay disponibles. Uno de los convertidores más populares es file-extensions.
Usando el código fuente
Si eres un programador, y tienes acceso al código fuente del archivo JAR con el que estás trabajando, lo más fácil es compilar el código fuente en un APK. Si no eres un programador, es recomendable que se lo pidas a uno, o aprendas cómo hacer esto.
Usando un emulador
En la mayoría de los casos, esta es la forma más conveniente. Existen aplicaciones para Android que se encargan de correr aplicaciones JAR sin necesidad de convertirlas.
El más conocido es MicroEMU, que está disponible en GitHub al momento de redactar este artículo. Este te permite correr aplicaciones que fueron hechas para Java ME, el sistema utilizado por teléfonos Nokia, Motorola, Sony Erickson y parecidos en la era anterior a los Smartphones.
Otra App que hace esto es J2ME Loader, disponible en Google Play. Este corre las aplicaciones hechas para Java 2ME, la versión original de Java ME, también utilizado por Nokia y sus competidores hace algunos años.
Lo más importante en todos estos procesos es tener en cuenta la tecnología que estás manejando. Mientras avanza la tecnología, muchos programas y lenguajes muy comunes caen en el olvido. Tratar de recuperarlos puede ser difícil, pero siempre vale la pena. ¡No te rindas!