¿Qué ventajas y desventajas tiene ser el propietarios de una vivienda privada?

Una vivienda será siempre esencial en la vida de toda persona, es su reducto personal, donde puede desarrollar su intimidad y desenvolverse a gusto, ahora bien, si es una vivienda privada, o apartamento propio o alquilado.

Eso dependerá del gusto individual, pero en el caso que ya tengas una propia, hay ventajas y desventajas que debes enfrenta, pero siempre recordando que es una gran inversión económica y además una custodia de tu dinero, lo cual es esencial. 

En muchos casos, ser propietario de un inmueble podría ser el sueño idílico de toda la vida, pero en otros casos, se puede tornar en un verdadero suplicio. Cuando surge la posibilidad, vienen las dudas, pero siempre hay que tomar las oportunidades.

Adquirir una vivienda privada, será una de las decisiones más importantes en la vida, por lo cual debemos analizar las ventajas y desventajas de ser propietario de una vivienda privada sea casa o departamento.

Ventajas de ser propietario de una vivienda privada

Por sobre todas las razones está la privacidad, asumir ese colosal compromiso da la tan ansiada privacidad que todos desean tener. Además del gusto de sentirse en plena confianza y llamar a la vivienda privada un hogar. 

Producto de la gran demanda exponencial de vivienda, los inmuebles por lo general, tienden a elevar su valor inicial, lo que representa una positiva inversión, además del hecho que en el futuro generará plusvalía. 

jardin delantero de una vivienda privada

Comprar una vivienda privada es un paso significativo en el ascenso de la conformación del patrimonio personal, o incluso familiar. Ya pagada la vivienda privada, está la posibilidad de vender al antojo, siempre en miras de buscar algo más grande o mejor. También recuerda que mayor tamaño no es sinónimo de mejoría en sentido estricto. Pero la ubicación si lo será.

Se vuelve su lienzo en blanco, al ser propietario de una vivienda privada, puedes plasmar tus gustos a tu antojo, es decir, la decoración corre por tu cuenta y solo debe gustar y complacerte a ti. Para personalizar tus espacios tanto como puedas desear. 

Es siempre un logro. Que te hace sentir con gran satisfacción, al igual que te vuelve integrante de una comunidad, el ser humano por lo general busca ser parte de una comunidad, los humanos buscan el calor de la tribu. 

Al ser miembro de una comunidad, y ser por consiguiente dueño de una vivienda privada, hay interacción entre vecinos, te involucras más con el entorno. Además se marca el ejemplo a los familiares y se transforma en un punto de referencia y ejemplo.

Desventajas  de ser propietario de una vivienda privada

El compromiso es un factor importante. Recuerda que ser propietario, acarrea responsabilidad y por ende compromiso. Eso puede ser la gran desventaja que se vea al inicio, pero no lo es si consideramos el hecho que asumir compromisos nos mantiene siempre con los pies sobre la tierra.

fachada trasera de vivienda privada de lujo

Ser el responsable y por ende el culpable del mantenimiento o su deterioro. No habrá un tercero que se pueda culpar de las fallas en la calidad de los servicios o el deterioro de los espacios, cosas como la reparación y restauración del sistema eléctrico, agua, tuberías y demás, estarán por cuenta única del propietario.

Si la vivienda privada posee arias verdes, entiéndase jardín  o patio, su cuidado estará bajo la responsabilidad del propietario, bien sea que le dedique tiempo a ello o contrate personal especializado para estas labores.

Asentarse en una vivienda, puede detener el proceso de vida nómade a la que muchos están adaptados, es decir ir cambiando con frecuencia de espacios. Por otro lado, esto sería en otra perspectiva una ventaja, puesto que si se prefiere la estabilidad. Lo ideal es ser propietario de una vivienda privada.

Acarrea de igual modo gastos considerables como la tramitación de los documentos de propiedad, mudanzas, y reestructuraciones estéticas que se deba o quiera realizar. El dinero se torna más improtante que nunca.

Pero los gastos más preocupantes serán siempre los de mantenimiento, mantener en óptimas condiciones una vivienda no es barato, pero todo dependerá de factores terceros, como el tamaño, ubicación, antigüedad y calidad de los materiales de fabricación.

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